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Observación inicial

Observación inicial

Estimados lectores, lo que a continuación podrán leer es la demostración de cómo se lleva a cabo una observación con registro denso basada en la etnografía.

La misma fue realizada en la terminal de ómnibus de mendoza a pedido de nuestro profesor de la cátedra de Práctica e investigación educativa II, Martín Elgueta.

Su propósito fue el de que nos fueramos preparando para cuando tuvieramos que realizar la observación de la clase en algún año de las escuelas secundarias de la provincia, como así fue y que será también volcada en este blog más adelante.

Por el momento los invito a dar un paseo por la terminal. ¡Vamos!

OBSERVACIÓN I

 

Lugar: Terminal de Ómnibus: Centro de información turística dependiente de la subsecretaría de turismo de la provincia de Mendoza.

 

Fecha: 27-05-08

 

Hora: 21 hs.

 

Observador: Sara Lilia Bartolomé

 

1-      Notas previas del observador

 

Después de una serie de explicaciones dadas por el profesor Martín Elgueta, sobre las diferentes estrategias a tener en cuenta en el momento de realizar la observación, nos comunicó que deberíamos salir a efectuar una observación a modo de práctica previa antes de asistir a un curso. El lugar deberá ser de nuestra elección y deberá ser cercano al instituto. La misma sería de no más de diez minutos y al volver se haría una puesta en común sobre la experiencia, asentimos y tratamos de ponernos de acuerdo adónde ir. Entre todos decidimos que iríamos a la Terminal porque allí nos dividiríamos hacia distintos locales.

Salimos Adriana, Brenda, Alberto, Silvana, Rocío y yo

La noche se presentaba muy fría y lluviosa ( Oh! parece la previa de un cuento de terror) de lo cual nos lamentábamos, al llegar a la puerta le dijimos a Sergio que ya volvíamos quien nos miró extrañado en esos momentos Adriana resbala  en la puerta debido a que la lluvia mojaba el piso, y casi se cae, todos reímos.

Nos separamos en dos autos, Adriana en el suyo (un Polo) junto a Brenda, Rocío y Silvana. Alberto y yo en el auto de él (un Fiat), en pocos momentos llegamos a la Terminal, en el camino le comenté a Alberto lo lindo que estaba el auto y me contestó que “se lo había regalado a la esposa  porque a él no le gustaba andar en auto, prefería la moto.”Llegamos 20,55 hs. Estacionó frente al ala este de la Terminal y por allí entramos, tomamos la galería que da para el sur e cuyo frente se encuentran las plataformas y esperamos  a las demás que  se encontraron con nosotros enseguida.

Tras una breve charla nos dividimos por diferentes lugares, Silvana, Alberto y yo nos dirigimos hacia el oeste y las restantes hacia el este.

Así fue como decidí quedarme en el Centro de información turística.Comienza la observación:

Me ubiqué detrás de la empleada y coloqué mi carpeta sobre el mostrador que poseía forma de semicírculo, en el vértice noreste del mismo, la empleada no se percató de mi presencia:

El centro de información estaba conformado como ya lo dije por un escritorio-mostrador, en forma de semicírculo cuyo frente daba al sur y la parte posterior, al norte, en ese sector había carteles que indicaban el nombre del lugar “Centro de información turística- Subsecretaría de turismo de la provincia de Mendoza”

Sobre el escritorio de unos 50 cm. de ancho habían dos computadoras empotradas en el mismo por lo que sólo se veía la pantalla, una de ellas hacia  la derecha de la empleada y la otra hacia la izquierda, lo que hace suponer que normalmente trabajan dos empleadas, en esos momentos había sólo una.

Ella estaba sentada sobre un banco alto, vestida de azul, de espaldas a mí. Morocha, pelo largo no se podía apreciar si vestía pollera o pantalón (pensé que tendría mucho frío) pero se sentía que desde adentro salía calor por lo que inferí que habría allí una estufa, no la vi.

La chica hojeaba una revista (no distinguí cuál) y a su derecha tenía el teléfono, en un estante debajo del escritorio estaban el teclado y el Mouse del ordenador de la derecha.

En esos momentos, frente al sector pasaba una chica empujando un kiosco rodante de venta de perfumes, la misma le pide a la empleada el teléfono (aparentemente por el trato, la conocía). Habla, no puedo escuchar sobre qué, cuelga y dice:

-chica- “Gracias CECI, nos vemos, hasta mañana.”

 

21,05 hs.

Durante un corto lapso de tiempo puedo observar que a pesar de la hora y el frío hay mucha gente transitando, todos muy abrigados  pero aún así la baja temperatura se hace sentir, lo presumo por la posición encorvada de sus cuerpos y las manos en los bolsillos.

En eso se acerca un sr. y le pregunta a la empleada:

-Sr.”.¿la plataforma 37?”

-E “ ¿dónde viaja?”

-Sr. “a San Juan.”

-E “¿por qué empresa?”

-Sr. “Andesmar.”

-E “¡a, si, es la 37 “( señala a la derecha)

Suena el teléfono y E contesta (no se escucha)

Hace mucho frío y estoy en la corriente de aire, miro hacia las plataformas, 30, 31, 32, no hay coches esperando pero en los asientos, dentro del pasillo, parados frente a mí veo seis personas esperando. Pienso lo feo que es el invierno y como se refleja en los rostros, en el caminar, en las vestimentas de colores tristes, apagados. Me gustaría vivir donde siempre haga calor, donde la gente esté siempre alegre y lleven ropas de vivos colores, un grupo de viajeros me trae a la realidad, se paran en el centro del pasillo, uno de ellos se acerca al centro de información y consulta:

-V “¿el Andesmar a Chaco de qué plataforma sale?”

-E “de la 5 a la 10”

El viajero asiente con la cabeza, sonríe y se va.

Otro pasajero se acerca y la interroga:

-P “¿el Flecha que viene de Córdoba?”

La empleada mira el ordenador de su derecha y responde:

-E “plataforma 8 a 9.”

Otro  pasajero le pregunta:

-P2 ¿“el Rápido ya habrá salido para Rosario?”

-E “si, a las 21 hs. Pregunte en la oficina.”

21,13 hs.

Continúa hojeando la revista cuando se acerca un joven  turista cargando una mochila la que deja en el piso y en un muy mal castellano y ayudándose con señas sobre el escritorio solicita:

.T “un mapa” (realiza una especie de cuadrado con ambas manos sobre el mostrador)

-E “¡ah, si (muy sonriente) ya te doy uno!”

-T “¿puedo llevar?”

E-“si, si (amablemente)

Cuando el turista aparentemente americano se retira se acercan dos guardias de seguridad y le preguntan sobre el saldo de una tarjeta, no se escucha bien, me miran y se van.

Un señor se acerca y le solicita un folleto que había sobre el escritorio (lo adjunto)

Sobre el mostrador donde yo estaba queda un suplemento de Ovación del diario Uno del día y una botella vacía de agua mineral Villavicencio, son las 21, 15 hs. A esta hora quedamos con los demás en juntarnos para volver al instituto.

Tomo mis cosas, me acerco a los asientos que daban frente a la plataforma y veo una estufa, había una señora junto a ella, me doy cuenta que está prendida, me asombro y lo comento con la misma, ella también está sorprendida, llega Silvana y hace lo mismo (se coloca junto a la estufa), luego Alberto y por último las demás todas juntas ya que ellas venían del ala este. Comentamos brevemente lo vivido y nos reímos. Volvemos  la clase el profesor nos esperaba.

Afuera sigue el frío y yo pienso en el Caribe.

Son aproximadamente las veintiuna veintidós minutos.

1 comentario

silvia puebla -

Sara nos encantó tu trabajo sobre etnografía y el paseo por la terminal. Digo nos encantó porque lo vimos junto a mi hija que estudia diseño gráfico. Prometemos visitarte nuevamente ya que esta posibilidad que nos permite la cátedra de comuicarnos, posibilita enriquecer nuestra tarea docente. Muy buena tu idea de vincular Didáctica y Curriculum con Práctica e Investigación Educativa II. Realmente me encantó tu blogs. Un beso mío y otro de mi hija. Silvia Puebla